El embarazo lleva consigo cambios orgánicos que podrían repercutir en la boca aumentando el riesgo de caries y enfermedades de las encías:
Durante el embarazo se producen cambios hormonales que favorecen la aparición de gingivitis.
Además hay un aumento del flujo de sangre a todas las mucosas que ablanda los tejidos, incluidas las encías lo que puede llevar al sangrado de estas sobre todo cuando se cepillan los dientes.
Hasta en el 50 % de las embarazadas durante el primer trimestre de embarazo se producen náuseas y vómitos, lo que conlleva a una continua acidificación bucal, contribuyendo a la descalcificación y erosión del esmalte dentario.
La sequedad bucal es otro problema común en el embarazo que también contribuye al desarrollo o empeoramiento de enfermedades de las encías.
Las embarazadas suelen picotear bastante, ya que al aumentar el volumen del abdomen se prefiere hacer comidas menos abundantes pero más frecuentes.
Para disfrutar de una sonrisa sana durante el embarazo:
Solicita una revisión a tu dentista cuando sepas que estás embarazada.
Cepilla los dientes después de cada comida, para que la caries se produzca es necesario que quede placa bacteriana sobre los dientes un tiempo prolongado y que haya alimento que las bacterias descomponen en ácidos. Cepillándolos evitarás estos dos factores.
Si tu cepillo te produce nauseas puedes cambiarlo por uno de cabezal más pequeño o de cerdas más suaves si te molestan o sangran las encías.
No olvides utilizar seda dental o cepillos interdentales y enjuagarte con un colutorio adecuado.
Utilizar pastas fluoradas. El flúor ayuda a evitar las caries principalmente porque inhibe la desmineralización y el aumenta la remineralización del esmalte dental.
Evita picotear dulces y bollería y si lo haces recuerda lavarte después los dientes.
¿Tienes un antojo?
Los antojos son los deseos vivos y pasajeros de comer algún alimento. Hay muchas hipótesis sobre la causa de los antojos, pero no se sabe con certeza por qué se producen.
No es malo satisfacer los antojos siempre y cuando no sean alimentos que perjudiquen la salud de la futura mamá o del niño.
Te proponemos algunas alternativas a antojos pocos saludables:
¿Te apetece un helado? ¿Por qué no sustituirlo por un yogur congelado bajo en grasa? ¿Lo que te vuelven loca son las chucherías? Sustitúyelas por frutas secas: pasas, orejones, dátiles, higos, plátanos… ¿eres más de picoteo salado? Prueba con los frutos secos tostados y sin sal (ni azúcar o miel), zanahorias, queso bajo en grasa… ¿Tienes un deseo incontrolable de comer chocolate? Elige los chocolates negros, tienen menos porcentaje de grasa y azúcar.
Recuerda que no pasa nada por tomar algún día una golosina o un dulce, lo importante es no abusar.
Mitos de los dientes en el embarazo
El principal mito: “Cada hijo te costará un diente”, esto no es así, con una buena higiene los dientes permanecerán sanos en la mayoría de los casos.
Otro mito es el pensar que el niño se lleva el calcio de los dientes de la madre; es cierto que el bebe necesita calcio, pero lo obtiene de la dieta o de los huesos de la madre, no de los dientes.
También se cree que durante el embarazo no se puede ir al odontólogo, totalmente falso, es muy importante visitar a tu dentista al menos una vez durante el embarazo, solamente debes advertirle que estás embarazada para que tome las medidas oportunas.