Ya hace
algún tiempo se oye hablar mucho de ácidos grasos omega-3 y omega-6, las
marcas enriquecen de forma artificial algunos de sus productos, leches,
mantequillas… y han surgido numerosos complementos alimenticios a base de
aceite de pescado que los aportan.

Entre
los ácidos grasos Omega-3, los más importantes son el ácido eicosapentaenoico y el ácido docosahexaenoico. Los encontrarás escritos como EPA y DHA respectivamente.
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Entre
los ácidos grasos Omega-6, destacan el ácido gammalinolénico (GLA) y el ácido
araquidónico (AA)
ACIDOS
GRASOS Y RIESGO CARDIOVASCULAR
Los ácidos
omega-3 disminuyen los valores de triglicéridos entre un 30 y un 45 %. También
contribuyen, aunque de manera modesta y variable, a aumentar el colesterol HDL
(bueno) y a disminuir el VDL (malo) en personas con hipercolesterolemia
(colesterol elevado en sangre)
El
omega-3 y el omega-6 disminuyen además la tensión arterial cuando está elevada
y, gracias a su efecto antiinflamatorio, disminuyen el riesgo de trombosis.
Todos
los efectos positivos anteriores contribuyen
a que se reduzca la formación de la placa de ateroma protegiéndonos, de ésta
manera, contra el infarto de miocardio.
Finalmente,
los omega -3 disminuyen el riesgo de muerte súbita por arritmia.
Por
todo ello y por otros muchos beneficios que te contaremos en post posteriores,
el consumo de omega-3 y omega-6 es tan importante para la salud.
¿DONDE LOS ENCONTRAMOS?
Los
ácidos grasos omega -3 se encuentran en el lino, semillas de calabaza, nueces y
sobre todo en el pescado de agua fría como la sardina, el arenque, el salmón y
el atún.
Los ácidos
grasos omega-6 se encuentran en los aceites de semillas de plantas, como la
onagra, el girasol, el maíz y la borraja y en menor cantidad en carnes animales
y vísceras.
Así
pues, si llevamos una dieta equilibrada que incluya estos alimentos, podremos
obtener las cantidades necesarias.
No
obstante, no siempre es posible incorporarlos a través de la dieta, además hay
que tener en cuenta que las dietas occidentales tienden a ser ricas en ácidos
grasos omega-6, por tanto es conveniente aumentar la ingesta de ácidos grasos
omega-3, ya que compiten en su metabolismo, es decir, un exceso de uno provoca
un déficit del otro.
En la
farmacia hay números complementos a base de omega-3 y otras sustancias que
pueden aportarte numerosos beneficios,
hay productos específicos para el embarazo, para la lactancia, para la vista,
para la piel, para ayudar a regular los lípidos en sangre, para la inflamación….
Si nos cuentas cuál es tu problema, o
qué es lo que más te preocupa o si simplemente quieres cuidarte un poquito más,
te podremos aconsejar cual es complemento que más te va a ayudar.
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