La caída del cabello

Todos nuestros cabellos crecen y caen de forma repentina. Se pueden apreciar diferentes fases de vida del cabello:

-  Fase anágena o de crecimiento, en la que el cabello crece 0.3 mm al día.

- Fase catágena o de regresión, en la que la producción del cabello se frena y el conjunto del folículo se retrae hacia la superficie del cuero cabelludo.

- Fase telógena o de reposo, fase de caída en la que el cabello se desprende, seguida de una fase de inactividad en la que el bulbo está vacío. Con el aumento de esta fase de inactividad, el número de bulbos vacíos, es decir sin cabellos, se incrementa. La cabellera pierde densidad.

- Fase neógena o de despertar, en la que se restaura la actividad de las células madre fomentando la regeneración de un nuevo folículo. Se inicia una nueva fase de crecimiento.

El ciclo capilar no está sincronizado en los humanos, es decir que mientras algunos cabellos se están cayendo, otros se encuentran en crecimiento. Normalmente entre 80% y 90% de la cabellera se encuentra en fase anágena de crecimiento.

Cuando existe una caída excesiva del cabello, la fase de crecimiento se acorta y pasa más rápidamente a la fase de caída pudiendo derivar en una ausencia del pelo.

Por lo tanto, para combatir la caída del cabello es esencial disminuir la duración de la fase de inactividad, con el fin de iniciar con mayor rapidez la fase de despertar .

Los trastornos más comunes en la caída del cabello son:

La alopecia androgénica o calvicie común es la pérdida de cabello más frecuente. Ocurre poco a poco y es provocada por causas hereditarias y por el aumento de la enzima 5-alfa reductasa, que acorta la duración del ciclo capilar. El folículo piloso se hace cada vez más pequeño, y el pelo más débil y fino. Después de varios ciclos capilares, los folículos pilosos se atrofian y el cabello que se desprende no es reemplazado por cabello nuevo.

La alopecia difusa, en cambio, consiste en un cambio brusco de los cabellos que se encuentran en la fase de crecimiento pasando prematuramente a la fase de caída. El estrés físico (fiebre, parto, cirugía, dietas…) o emocional  puede causar la caída de la mitad hasta tres cuartos del cabello en todo el cuero cabelludo. Notamos que el cabello sale en manojos mientras nos aplicamos el champú, nos peinamos o nos pasamos las manos a través del pelo.  Esto se puede notar después de semanas, incluso meses tras el episodio de estrés, por ejemplo, la pérdida del cabello a causa de la menopausia o el parto a menudo retorna a la normalidad de 6 meses a 2 años más tarde.

TRATAMIENTO

El cabello es una de las partes del cuerpo que más influye sobre la imagen y el aspecto físico, tanto para los hombres como para las mujeres. Para muchos, la pérdida del cabello está considerada como el  inicio de la vejez prematura y en la mayoría de los casos tiene consecuencias sobre el estado emocional y la calidad de vida. Sea cual sea la causa de la caída del cabello es importante iniciar el tratamiento lo antes posible ya que, cuanto antes se inicie el tratamiento, mejores podrán ser los resultados.

Podemos encontrarnos con dos situaciones.

1. El cabello está en fase de caída, nos encontramos  cabellos en la almohada, el cepillo y el lavabo. Pero el cuero cabelludo aún no es visible, es esencial comenzar a frenar la caída del cabello para evitar que el fenómeno se agrave.

Para ello, es importante actuar en 3 niveles:

- Combatir la rigidificación de la vaina de colágeno

- Fortalecer la fibra capilar

- Estimular la micro-circulación

 2. La alopecia está instalada, el cuero cabelludo ya es visible. En el hombre, las sienes y la coronilla clarean. En las mujeres, clarea el cuero cabelludo debido a una pérdida de la densidad capilar.

En esta fase, la prioridad es redensificar la masa capilar. Para ello, es esencial actuar sobre las células en el origen de la creación de nuevos cabellos, las células madre.

En el mercado podemos encontrar distintos productos:

Champús anticaída: preparan el cuero cabelludo para recibir el tratamiento tópico, además nutren y fortalecen el cabello, aportando fuerza y volumen.

Lociones anticaída: revitalizan folículo piloso y reducen la secreción sebácea.

Complementos alimenticios: aportan los nutrientes necesarios que ayudan a evitar la caída del cabello, haciendo que crezca fuerte y sano.

Champús, lociones y complementos alimenticios  ayudan a controlar la caída si se debe a situaciones puntuales de estrés o por falta de algún nutriente, siempre y cuando el pelo esté sano.

Si lo que tenemos es un problema de alopecia androgénica (calvicie común) los únicos tratamientos con una eficacia demostrada para frenar la pérdida son el minoxidil (loción) y la finasterida (tratamiento oral que precisa receta médica), que se pueden utilizar en combinación con los anteriores para obtener mejores resultados.

Consejos para combatir la caída del cabello:

1. Ante el primer signo de caída del cabello excesiva, acude al dermatólogo para obtener el correcto diagnóstico de las causas de la caída. Cuanto antes inicies el tratamiento, mejores serán los resultados.

2. Mantén el cuero cabelludo limpio, evitando que los folículos se tapen, lo que provocaría la caída del cabello.

3. No expongas tus cabellos en exceso al sol, la playa, el agua de mar o de río, factores que obstaculizan el crecimiento del cabello.

4. Evita el uso de geles, mousses y otros productos químicos comerciales de belleza para el cabello, ya que pueden provocar una obstrucción en el folículo, endurecer el tallo capilar, debilitando el crecimiento del cabello. Prefiere productos naturales para el cuidado de tu pelo.

5. Evita el uso de pinzas, ganchos y accesorios para recoger el cabello, porque fuerzan y dañan los cabellos.

6. Evita el uso excesivo de secadores. Seca tu cabello, en lo posible, naturalmente, en contacto con el aire.

7. Trata de combatir el estrés; el aumento del estrés puede estar íntimamente relacionado con el aumento de la pérdida de pelo.